10 dic 2018

De mi país


De mi País
(Primera Parte)


Berónica Palacios Rojas
Mordamos la comisura de la justicia,
Reneguemos de su sombra y  de su aliento fallido,
La muerte deja un vaho en cada paso de la mujer
que pisa en MP de muertes dolosas.
Cada fémina guarda una historia en su pañuelo
para compartir en la sala de espera.
Aparecieron los desaparecidos en sueños, incompletos,
aullando justicia por el vecindario.
Ellos, hijos no buscados, sentenciados al olvido,
Paseándose en trailes por la ciudad con sus voces opacas,
sin esperanza del santo reposo.

Aparecen los muertos como flores silvestres,
como estrellas y arenas
en pedacitos, cobijados,  torturados o irreconocibles.
Estos muertos, nuestros muertos que por todo México
se siembran en cualquier baldío y bajo el sudario del viento.
Ellos, se llevan a cuestas un dolor insaciable, una angustia de impotencia.
Este País de fosas clandestinas,
De aullidos de madres e hijos.
Este país de feminicidios, orquestados por mujeres sin identidad,
sin raíces, sin pensamiento propio que se desprendieron de un vientre seco
y ahora no se sabe dónde quedaron sus oídos ni ojos.


México eres una vibración tupida de lágrimas.
Estamos con los ojos llenos de ceniza,
y el corazón de cristales punzantes.

Por todo esto, dejemos que nuestros muertos cuiden
a los muertos jóvenes
Que la muerte limpie con su Justicia
los aullidos y el odio que remueven penas.
Dejemos de mirar rencores, odios, amarguras que los corazones guardan
demos a nuestra patria la memoria quebrada de todos los vivos, 
resurjamos como el fénix
recogiendo ese impotente grito de furia
que nuestros muertos nos han dejado.

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